Recursos para padres Información de facturaciónBiblioteca de saludRecursos para padres recientesCómo elegir un pediatraEntrevista a un pediatraQué empacar en el bolso para llevar al hospitalCronograma de consulta de Medicina preventiva para bebés recién nacidosFormularios para pacientes nuevos Berrinches Los berrinches forman parte del crecimiento y desarrollo conductual y emocional del niño, y es algo que viven muy a menudo los padres de niños pequeños. Suelen ocurrir entre el primer año y los tres, y típicamente antes o junto con el desarrollo del lenguaje. Cuando los niños no tienen la capacidad de expresar sus deseos, necesidades o emociones con palabras que los demás puedan entender, a veces hacen un berrinche por frustración. Sin embargo, el hecho de que estos berrinches formen parte del crecimiento no hace que sean fáciles de manejar para los padres. Estos pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, por lo que es importante que los padres tengan a mano un kit de herramientas para berrinches con consejos y pautas útiles. Cómo sobrevivir a la fase de berrinches Elogie las cosas buenas que hace su hijo. No le grite cuando se porta mal. A veces los niños hacen berrinches porque sienten que no están recibiendo atención. Elogiar por hacer algo bueno es una forma de redirigir el comportamiento de búsqueda de atención de negativo a positivo. Ignorar la conducta negativa de búsqueda de atención. Una forma de evitar los berrinches es ignorarlos, ya que al hacerlo, y alabar el buen comportamiento, su hijo aprenderá que solo el comportamiento aceptable obtendrá su atención. Sin embargo, nunca ignore los golpes, las patadas o los mordiscos, adopte un enfoque de tolerancia cero con respecto a los comportamientos violentos o agresivos y hágale saber a su hijo que un comportamiento peligroso para él o para los demás nunca es aceptable. Las consecuencias de este comportamiento deben ser inmediatas y adecuadas a la ofensa. Por ejemplo, si su hijo de 3 años golpea a su hermano el martes, la consecuencia no debería ser no poder ver su programa de televisión favorito el viernes. En vez de hacer eso, tome medidas de inmediato. Puede utilizar la vieja regla de que la duración del tiempo de castigo de un niño debe ser de un minuto por cada año (así, si su hijo tiene cinco años, la duración del castigo sería de cinco minutos). Establezca reglas de la casa y hágalas cumplir para que su hijo sepa cuál es el comportamiento aceptable. Al establecer las expectativas de comportamiento, su hijo entenderá lo que usted cree que es un buen comportamiento y lo que no. Otros cuidadores, como los abuelos y las niñeras, deben conocer y hacer cumplir las normas de la casa también, para que se apliquen de forma coherente. Dele oportunidades de tomar decisiones. Si su hijo hace u berrinche, dele la oportunidad de tomar decisiones para que tenga una sensación de control sobre la situación. En lugar de darles directivas («ve a tu habitación») o hacerles preguntas de sí/no («¿quieres ir a tu habitación?»), considere darles opciones que usted elija («¿quieres ir a tu habitación unos minutos o prefieres dar un paseo?»). Dele el ejemplo de buen comportamiento. Su hijo aprenderá a gestionar sus emociones al observarlo cómo maneja la frustración o el enfado. Sea consciente de su reacción ante las situaciones de estrés, ya que usted es el primer y mejor maestro de su hijo. Cambie de escenario. A veces, el simple hecho de sacar al niño de la habitación puede ayudar a redirigir su atención. Váyase a otra habitación o pruebe dar un paseo juntos. Identifique los desencadenantes de los berrinches. Preste atención a lo que lleva a su hijo a hacer un berrinche y haga lo posible por evitar esos desencadenantes. Por ejemplo, ¿le parece que los berrinches siempre se producen cuando su hijo tiene hambre o cuando está cansado? Planificar estas situaciones puede ayudar a evitarlas por completo. Por eso, lleve varios refrigerios saludables en el bolso o asegúrese de respetar las horas de siesta habituales de tu hijo. Sea amable con usted mismo mientras usted y su hijo crecen juntos. Si se siente al límite o frustrado, tómese un descanso. Asegúrese de que su hijo no corre peligro, aléjese de la situación, respire profundamente 10 veces y vuelva cuando esté más tranquilo. Cuándo pedir ayuda a su pediatra Si su hijo hace berrinches continuamente y la situación no mejora a pesar de sus esfuerzos, si se siente abrumado o preocupado por la salud de su hijo, o si esos comportamientos han provocado la expulsión de su hijo de la guardería o del colegio, pida ayuda a su médico. Este puede aconsejarlo y determinar si hay otra razón para que esté haciendo esos berrinches. Recursos de la Academia Estadounidense de Pediatría Tema: los berrinches Cómo enseñarle a su hijo Cómo moldear y controlar el comportamiento de su hijo Cómo entender el estado de ánimo de su hijo